Antes de
ayer, tras llegar de trabajar y poder jugar un rato con mis hijo, me puse la radio
mientras recogía y preparaba la comida, sinceramente, creo que es el mejor
momento para dejar de oír para poder escuchar y pude poner atención en un
debate apasionante: ¿Cómo será la educación tras la pandemia?.
Es un
maravilloso debate en el Museo Nacional, a través de las ondas de RNE3, dentro
de las cuartas jornadas de cultura XXI, en el que intervinieron por este orden;
Alejandro Tiana, secretario de Estado de Educación (profundo conocedor de la
LOMLOE), Andrea G. Henry, presidenta de la asociación de estudiantes CANAE
(entidad que conocí en mi vida universitaria anterior), José Antonio Marina, pedagogo y filósofo y
Ana Moreno Rebordinos, coordinadora de
educación del Museo del Prado. Aquí dejo el enlace para quien quiera disfrutar
de escuchar, profundas reflexiones del futuro y presente educativo. https://www.rtve.es/alacarta/videos/cultura21/cultura21-video-educacion-post-pandemia/5875466/.
La pandemia
generó un mapa del lugar en el que nos encontramos y se quiere profundizar en
caminos que nos ayuden a buscar soluciones. El final de curso pasado fue catastrófico,
mientras que este año se han ido resolviendo los problemas, sobre todo los
relacionados con la educación a distancia y la brecha educativa socioeconómica
que ha generado. Se reconoce en el debate que ha habido mucha improvisación, y
que se han dado todo tipo de situaciones, como centros educativos que ya
funcionaban con aula virtual, así como centros donde nunca se había utilizado.
La adaptación
de modelo no supone poner una cámara en una clase y mandar muchos deberes,
requiere cambios del sistema de enseñanza y apostar por “Metodologías activas”.
Cabe
destacar en la intervención de José Antonio Marina, el “Plan Centauro”, que se
implementará en 4 o 5 años, sobre el mundo digital dentro del aula, que
contiene 3 etapas; la primera sería, introducir mundo digital, como herramienta
didáctica, para buscar información, hacer trabajos o para comunicarnos, la
segunda etapa, incide en, introducirlas nuevas tecnologías dentro del proceso
de enseñanza-aprendizaje, interactuando
el alumnado con máquinas, adaptando programas generales a las particularidades
de cada alumno, personalizar la enseñanza, y por último un tercer nivel, en el
que según su punto de vista nos movemos en una realidad en la que estaremos
invadidos por sistemas de inteligencia artificial. En este sentido, estamos viendo un posible problema, ya que
cuanto más avance la inteligencia artificial más va a retroceder la
inteligencia privada. Para qué, lo voy a aprender si lo puedo encontrar. Marina
considera que habrá que apostar por la Inteligencia híbrida, qué parte de la
memoria en modelo neuronal y qué parte en un modelo informático.
El avance de
Inteligencia Artificial es un hecho, en las grandes empresas, y supone un
desafío para las instituciones educativas, ya que no tenemos más de 4 años en
responder a esta situación. Este conocimiento
que se está construyendo sobre la marcha, como las vacunas, tiene enormes
dificultades como la falta de conocimientos consolidados. En este sentido el
secretario de Estado, ha informado que se ha dotado de equipamiento básico,
para los centros educativos, para poder desarrollar la competencia digital en
la comunidad educativa, para lo que se ha destinado 1000 mil millones en 3
años, y aún así confiesa que no será suficiente. Con el dinero de los fondos
europeos para la recuperación, se pondrán en marcha unidades de acompañamiento
al alumnado más vulnerable, tanto académico como social, al alumnado, a la
familias, para evitar descuelgues, y el sistema tiene que prestarlos.
Por último,
quería señalar el gran aprendizaje de la pandemia en el ámbito educativo, que
tiene que ver con el valor del contacto interpersonal y de la presencialidad,
el valor de estar juntos y poder comunicarnos e interaccionar con los demás.
Aspectos que se han visto en algunos casos eliminados y en otros eliminados,
como las extraescolares, las excursiones, los recreos en clase, la biblioteca, reduciendo el espacio seguro que suponen los centros
educativos, a lo que debemos de sumar los problemas de accesibilidad de las
familias a recursos educativos, no sólo tecnológicos y que en gran medida
tienen que ver con la formación de los padres y madres.
La
presencialidad es insustituible y además su falta afecta más a la población más
vulnerable y con más necesidades socioeconómicas, ya que el efecto escuela,
supone respecto al entorno escolar en torno al 40% del éxito y fracaso
educativo del alumnado.
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